enero 16, 2007

Las dificultades de estar a cargo de un enfermo



Muchas veces, cuando se piensa en las consecuencias de un trastorno cognitivo de un individuo, suele pasarse por alto qué acontece con aquellas personas (generalmente un familiar) que se hacen cargo de este paciente.
El debilitamiento y la discapacidad progresiva de un ser querido lleva a que muchas personas alteren de manera notoria el curso de su propia vida, hasta llegar incluso al derrumbe de la pareja o a perturbaciones notorias en su relación con los hijos o en el ámbito laboral.
Surgen sentimientos contradictorios y de fastidio hacia otros miembros de la familia, que a menudo descargan en otros la responsabilidad de los cuidados cotidianos de una persona con Alzheimer, Parkinson o demencia senil.
Lo que deben tener en cuenta los cuidadores
Existen una serie de aspectos que no debe perder de vista la persona que tiene a cargo un paciente de estas características, así como sus allegados, porque serán quienes proporcionen el soporte y los recursos para poder sobrellevar una tarea a menudo tan difícil.

Repartir responsabilidades

Una sola persona no puede estar a cargo de todo; por ese motivo, las tareas atinentes al cuidado del paciente y de sus cosas deben ser asignadas a varios miembros de la familia. Es preciso efectuar reuniones familiares donde cada uno exponga sus limitaciones y sus posibilidades, de modo que se distribuyan adecuadamente las responsabilidades.
No descuidar la pareja y los hijos

Un cuidador o cuidadora no puede descuidar su propio núcleo familiar.
Es necesario aclarar la participación de cada uno de ellos, que pueden asistir en su labor al cuidador o incluso hacerse cargo de las tareas que ejercía antes de que asumiera la responsabilidad de cuidar al enfermo.
No perder el contacto social con amigos y relaciones
Aunque al principio se considere como una obligación más, reunirse con amigos, salir a pasear o charlar telefónicamente con colegas o allegados es imprescindible para no sentir que se “funde” con la vida del enfermo.
Aprender a cuidarse a si mismo

En cada persona debe existir un equilibrio entre lo que hace para sí y lo que hace para los otros.
Cuando alguien se vuelca excesivamente hacia esta última motivación, se producen insatisfacciones internas y malestar emocional.
Por ello, es necesario que la persona que cuida ponga en sí misma igual intensidad de la dedicación que brinda a los demás.
Emplear los recursos sociales
A pesar que el incremento de la población mayor ha hecho colapsar muchos de los servicios sociales destinados para esa franja de edad, es necesario que los allegados a estos pacientes conozcan y aprovechen al máximo las posibilidades que el sistema de salud y de bienestar social le brindan.
De este modo, podría aliviarse por lo menos en parte los altos niveles de estrés que poseen más del 80% de los cuidadores.
Editora Médica Digital

No hay comentarios.: